del campo de refugiados a la final de la Champions
Son bastantes los jugadores que llegan a la cima del fútbol marcados por una infancia de pobreza, delincuencia, crimen y drogas alrededor de su día a día y de su núcleo familiar. Incluso hay jugadores que han tenido que sobrevivir a una guerra antes de ser futbolista. Un caso muy conocido es el de Luka Modric, cuatro veces campeón de Europa y Balón de Oro 2018, pero no es el único. El domingo, en el estadio Da Luz de Lisboa, otro niño de la guerra llamado Alphonso Davies aspira a la primera Champions de su carrera.
El lateral izquierdo del Bayern, sensación de la Bundesliga y de la competición continental, nació el 2 de noviembre del año 2000 en un campo de refugiados en Ghana. Hasta allí se habían desplazado sus padres huyendo de los horrores de la Segunda Guerra Civil de Liberia, conflicto que provocó la muertes de 250.000 personas y la huida de más de un millón: «Para sobrevivir tenías que empuñar un arma», recuerda su padre Debeah. «Había que saltar por encima de los cadáveres para ir a por comida. Era terrible», rememora Victoria, su madre.
En enero de 2016 ya hizo la pretemporada con el primer equipo y jugó la USL con el filial, los Whitecaps FC2, que es como una segunda división de fútbol en Estados Unidos. En julio, se incorporó definitivamente al primer equipo y se convirtió el segundo jugador más joven en debutar en la MLS, con 15 años y 257 días de vida.Prometí ser un buen chico, mantener siempre los pies en el suelo y no olvidar nunca de dónde venía», recuerda Davies, que pocos meses después también hizo historia al debutar con solo 16 años en la selección absoluta de Canadá.
A finales de 2018, justo al cumplir la mayoría de edad, se lo llevara el Bayern por 12 millones de euros. Vino como sucesor de Robben, pero la explosión de Coman en el extremo izquierdo hizo que Flick lo reconvirtiera en lateral. Su evolución ha sido fantástic, explica su entrenador. «Ya no nos imaginamos un Bayern sin él», revela Salihamidzic, el director deportivo. «Tiene un ritmo explosivo y un pie izquierdo realmente bueno. Nunca hemos tenido un jugador como él», describe Muller.
Mañana, con solo 19 años, jugará su primera final de la Copa de Europa.Una historia de película.
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